Terminar la austeridad: ¡Progreso social en solidaridad global!
Un cambio político es sumamente necesario. Con urgencia se necesitan importantes inversiones y gastos gubernamentales en funciones públicas tales como asuntos sociales, educación, ciencia, cultura e infraestructura. Se pueden llevar a cabo de inmediato: Los ingresos fiscales tales y como son en este momento, son suficientes para estos fines, si se utilizan de manera adecuada. Las reclamaciones fiscales contra los ricos y súper ricos deben ser ejecutadas de manera consistente y: se le tiene que poner fin al orden político de la austeridad. Es una prohibición del endeudamiento estatal y, por lo tanto, un duro rechazo a las posibilidades del sector público de configurar una política social para la población. De hecho, significa un freno al desarrollo y progreso en todo el mundo. ¡Por eso exigimos su terminación!
NOSOTR@S CREAMOS LA RIQUEZA
La productividad del trabajo humano hoy en día es tan grande que, por ejemplo, la producción agrícola mundial anual sería suficiente para garantizar una buena alimentación a 12,5 mil millones de personas. Sin embargo, el porcentaje más rico posee más activos que el restante 99 por ciento de la humanidad.
Una vida social, trabajo y cultura que tengan sentido podrían prosperar en todas partes del mundo. Pero la riqueza material e inmaterial producida a través del trabajo y el compromiso social y cultural de la gran mayoría de la humanidad se utiliza cada vez menos para fomentar el bienestar y el desarrollo de la sociedad entera. Es degenerada para crear un lucro obsceno y acumular el poder social en manos de unos pocos.
Una razón importante para esto es una política que a diario organiza la redistribución permanente de la riqueza social desde abajo hacia arriba. Este proceso cínico le roba las oportunidades de vida y desarrollo a la gente en todo el mundo.
Preservar esta relación fue y es el propósito político del “freno a la deuda”. Por lo tanto, puede y debe ser abolido: “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.” (art. 22° de la Declaración Universal de Derechos Humanos, O.N.U.) ¡Para la mejora se necesita un movimiento social!
TERMINAR EL “FIN DE LA HISTORIA”: ¡ES POSIBLE UN MUNDO MEJOR!
¡Crear condiciones de vida dignas es nuestro asunto común! Una vida digna para todo el mundo, libre de guerras, de pobreza y del hambre, educación gratuita y participación social para tod@s, un trabajo con significado y seguridad social, salud y atención médica que no estén subordinados a fines de lucro, vivienda económica y más cómoda para tod@s, teatros y museos públicos como sitios culturales vivaces, ciencias soberanas y para el bien común, administraciones y servicios sociales para el beneficio de la gente, movilidad sostenible, suministro de energía y de agua para todos – todo esto es posible desde hace mucho tiempo y para todo el mundo. No es pan de misericordia, sino una necesidad para toda la humanidad.
¿POR QUÉ LA AUSTERIDAD? – UNA LIMITACIÓN SISTEMÁTICA
Cuando en la “crisis financiera mundial” del 2008 fueron “rescatados” a gran escala bancos internacionales con fondos del gobierno, todo el mundo lo pudo ver: ¡El dinero sí es suficiente!
La política de recortes salariales, de la privatización de los bienes públicos, de la desregulación de la economía (financiera), de recortes de impuestos para las grandes corporaciones y del aumento de la competencia en el mercado de trabajo ( “flexibilidad”) resultó ser lo que siempre ha sido: el saqueo vil de la mayoría a favor del aumento de ganancias y la felicidad bancaria. La confianza que se propaga en la “autoregulación de los mercados”, en el sector privado como gran “multiplicador del bien común” y en el significado mayor de “apretarse más aún el cinturón” abruptamente ha perdido su entera base de legitimación. Desde entonces un número creciente de personas propugna un giro hacia un desarrollo solidario y una vida social y cultural digna para tod@s.
En contra de estas posibilidades tan positivas, la gente en poder se ha tratado de salvar con el mito del “fin de la historia”: la desautorización sistemática de la población y la “política de abnegación” (austeridad) han sido elevados como norma constitucional. Éste se basa en un sistema ideológico de mentiras para que las reivindicaciones sociales con perspectiva para el presente y el futuro puedan ser vilipendiadas como nocivas para el bien común. Un cultivo dinámico de la vida social, sin embargo, es imperativo y posible. ¡Honremos la verdad!
TOD@S NECESITAN DESARROLLO SOCIAL
Aclaramos:
1. La deuda pública no es el problema. Siempre ha sido el caso que el desarrollo del bien común significa un mayor nivel de productividad. Los fondos necesarios para recaudar se generarán dos y tres veces más. Además, el estado es soberano en materia de economía, hacienda y política monetaria. Puede aumentar sus ingresos fiscales y, si es necesario (y la productividad aumenta), incrementar el suministro dinero, o sea, autofinanciarse.
2. La deuda pública es solo un problema si uno acepta el poder de los bancos de extorsionar al estado si la carga crediticia es pesada. Por el contrario, se tiene que restaurar la soberanía política del estado sobre el sistema bancario. La desregulación del sector financiero ha sido una decisión errónea política y como tal es reversible. También los bancos están obligados a cumplir con la Constitución y el bien común. No tienen ningún derecho legal a sus ganancias. Si ponen en peligro al estado o el bien común, tienen que ser expropiados.
3. El elevado nivel actual de deuda pública no se debe a un estado de bienestar excesivo, sino sobre todo al rescate de los bancos, los enormes recortes de impuestos para los dueños del capital en los últimos 20 años y un estado de bienestar desmantelado. Salarios más altos, inversiones en educación, cultura, infraestructura social pública y programas sociales como por ejemplo un ingreso básico rentable y sin sanciones y una pensión mínima decente para todos significan al mismo tiempo innovación que incrementa la productividad, crecimiento directo, un mayor poder adquisitivo interno y por lo tanto un aumento incremental en los ingresos fiscales del estado – y además una considerable relajación de las relaciones interestatales. Por lo tanto, no solo son requisitos humanos y obligación del estado sino también económicamente útiles.
4. Una población instruida es la que mejor puede decir lo que es bueno para ella – no algunos tecnócratas que no saben o no quieren distinguir entre sus beneficios y el bienestar público y socavan la base del desarrollo social con las políticas de austeridad.
EL CULTIVO DE EXPECTATIVAS MÁS ELEVADAS ES FUNDAMENTAL PARA LA DEMOCRACIA
La soberanía de poder determinar el desarrollo de la sociedad en conjunto es el fundamento de una sociedad democrática. Con la austeridad al público en general se le niega este derecho fundamental, no solo en Grecia. Mientras se les retire a las instituciones democráticas la autoridad para tomar decisiones sobre el uso de los fondos públicos, se favorecerá la creciente desconfianza ante el proceso político así como el espíritu autoritario y la ideología extrema de competencia y rivalidad. Esta política no tiene nada que ver con la implementación de los derechos humanos fundamentales y las normas consitucionales. La terminación de la austeridad es la restauración de la democracia. Esto requiere personas de capacidad crítica, ilustradas, cultivadoras, exigentes, de pensamiento solidario y comprometidas cooperativamente. ¡Recuperemos nuestra historia!
¡LAS MEJORAS NECESITAN COMENZADORAS Y COMENZADORES!
Por eso, nosotr@s, ciudadan@s de Europa, declaramos: ¡Un mundo mejor es posible! Conscientes de la importancia internacional de nuestra historia común, nuestro trabajo, nuestro compromiso y nuestras luchas que hacen que el público prospere socialmente, hoy y aquí propugnamos un futuro gratificante para todos. Conscientes del compromiso similar de personas en todo el mundo con las cuales estamos unid@s en solidaridad, instamos a las instituciones europeas y los parlamentos nacionales:
► que los ingresos fiscales se utilicen de inmediato para inversiones en interés público, que se recauden rigurosamente los impuestos de los ricosy que se incrementen ellos
► que todas las regulaciones que conciernen la austeridad o el “freno a la deuda” sean eliminadas de las constituciones nacionales y los Tratados Europeos y que el Pacto Fiscal Europeo sea anulado.
► que de inmediato se derogue las limitaciones del gasto público, de modo que los parlamentos puedan aumentar el gasto público en materia social, salud, educación, ciencias, cultura e infraestructura.
Convocamos a nuestr@s amig@s en el mundo y nuestr@s conciudadan@s europe@ s a hacer lo mismo. Luchen con nosotros para eliminar el “freno a la deuda” de las Constituciones nacionales y todos los tratados europeos. ¡Terminemos con la austeridad, por una vida mejor en paz, dignidad y bienestar, ahora!